5 trucos para aliviar tensiones en casa (sin volverte un nudo humano)
Sabemos que nada se compara con una buena sesión de masaje: música suave, aromas que te abrazan el alma y manos mágicas que deshacen nudos como si fueran plastilina. Pero… ¿qué haces mientras esperas tu próxima cita con tu masajista favorito? (👋 hola, soy yo 😌)
Aquí van 5 consejitos caseros para sobrevivir (y hasta disfrutar) entre sesiones, sin que tu cuerpo te declare la guerra:

1. Respira… pero de verdad
Sí, ya sé que respiras todo el día, pero me refiero a respirar consciente. Detente unos minutos, cierra los ojos y toma aire lento por la nariz. Siente cómo se infla tu abdomen. Luego exhala por la boca, suave, como si soplaras una vela sin apagarla. Hazlo 5 veces. Te aseguro que tu sistema nervioso te aplaude en silencio.

2. Estírate como un gato
No necesitas convertirte en yogui nivel gurú. Solo levántate, estírate hacia el techo, gira el torso, suelta el cuello con movimientos lentos. Piensa en estirarte más y exigirte menos. Tu espalda te lo agradecerá con menos gruñidos.

3. Bolita mágica o botella rebelde
Si tienes una pelota de tenis, úsala para masajear tus hombros o pies contra la pared o el piso. ¿No hay pelota? Una botella de agua congelada también sirve. Solo no la lances si no ves resultados al primer minuto.😅

4. Auto-masaje express
Aplica un poco de aceite o crema (el que más te guste), y hazte un mini masaje en hombros, cuello, piernas o donde sientas tensión. Usa movimientos circulares y presión moderada. No es lo mismo que venir conmigo, claro, pero el cariño propio también cuenta.

5. Ambienta tu espacio
Poner una vela aromática, algo de música tranquila (tipo lo-fi o sonidos de la naturaleza) y bajar las luces puede ayudarte a entrar en "modo spa casero". A veces no es el cuerpo el que está tenso… es el ambiente.

Bonus: ¡Agenda tu próxima sesión! 😉
A veces solo con saber que ya tienes una cita para soltarlo TODO (mentes traviesas, hablo de tensiones) el cuerpo empieza a relajarse. Así que reserva tu momento, y mientras tanto, cuídate con estos truquitos.
Tu cuerpo es sabio, pero también necesita que lo mimen.
Y aquí estoy, listo para devolverte la paz, un masaje a la vez.
Consejos para cuidar tu cuerpo después de un masaje
Dale a tu cuerpo el final feliz que se merece (¡y no hablamos de ese tipo!)
Después de recibir un buen masaje —de esos que te dejan flotando y con una sonrisa boba— es fácil pensar que el trabajo ya está hecho. Pero, en realidad, el cuidado post-masaje es tan importante como el masaje en sí. Aquí te comparto algunos consejos para que prolongues los beneficios, evites molestias y mantengas tu energía en equilibrio.

1. Hidrátate como si acabaras de correr un maratón zen
Durante el masaje se activa la circulación y se movilizan toxinas. Tomar agua ayuda a eliminarlas del cuerpo de forma natural y a evitar esa sensación de “resaca muscular”. No necesitas un litro en un solo trago, pero sí mantén una buena hidratación durante las horas siguientes.

2. Evita el café, el alcohol y los enemigos del descanso
Un vinito puede sonar tentador, pero justo después del masaje no es buena idea. Estas sustancias pueden contrarrestar el efecto relajante del masaje y alterar el equilibrio de tu sistema nervioso. Regálate unas horas de calma antes de volver a la rutina con tus vicios favoritos.

3. Tómate tu tiempo para reincorporarte
No salgas corriendo a una reunión ni a hacer ejercicio de alto impacto. Date al menos una o dos horas de tranquilidad para que tu cuerpo y mente asimilen el tratamiento. Lo ideal es no hacer nada... y hacerlo con estilo.

4. Escucha a tu cuerpo (sí, ese susurro interno que solemos ignorar)
Si sientes que necesitas más descanso, dáselo. Si notas un poco de dolor en algunas zonas, es normal (especialmente tras masajes descontracturantes o deportivos). Un baño tibio o una compresa caliente puede ayudarte a aliviar la tensión residual.

5. Aliméntate con intención
Come ligero, saludable y con conciencia. Frutas, verduras, sopas suaves o smoothies pueden ser tus mejores aliados. Evita comidas pesadas que sobrecarguen el sistema digestivo cuando el cuerpo está en modo reparación.

6. Respira profundo y prolonga el estado zen
Después del masaje, tu sistema nervioso está en “modo parasimpático”, lo que en español zen significa: estás más cerca del nirvana que de la oficina. Aprovecha ese estado para meditar, caminar lentamente o simplemente no hacer nada. En serio, tu cuerpo te lo va a agradecer.

En resumen: el masaje es solo el comienzo. El verdadero arte está en cómo extiendes sus beneficios. Trata tu cuerpo como si fuera un templo… uno al que acabas de hacerle una limpieza profunda. Cuídalo, escúchalo y respétalo.
¿Y tú? ¿Ya sabes cuándo ser
Consejos para cuidar tu cuerpo después de un masaje
Dale a tu cuerpo el final feliz que se merece (¡y no hablamos de ese tipo!)
Después de recibir un buen masaje —de esos que te dejan flotando y con una sonrisa boba— es fácil pensar que el trabajo ya está hecho. Pero, en realidad, el cuidado post-masaje es tan importante como el masaje en sí. Aquí te comparto algunos consejos para que prolongues los beneficios, evites molestias y mantengas tu energía en equilibrio.
1. Hidrátate como si acabaras de correr un maratón zen
Durante el masaje se activa la circulación y se movilizan toxinas. Tomar agua ayuda a eliminarlas del cuerpo de forma natural y a evitar esa sensación de “resaca muscular”. No necesitas un litro en un solo trago, pero sí mantén una buena hidratación durante las horas siguientes.
2. Evita el café, el alcohol y los enemigos del descanso
Un vinito puede sonar tentador, pero justo después del masaje no es buena idea. Estas sustancias pueden contrarrestar el efecto relajante del masaje y alterar el equilibrio de tu sistema nervioso. Regálate unas horas de calma antes de volver a la rutina con tus vicios favoritos.
3. Tómate tu tiempo para reincorporarte
No salgas corriendo a una reunión ni a hacer ejercicio de alto impacto. Date al menos una o dos horas de tranquilidad para que tu cuerpo y mente asimilen el tratamiento. Lo ideal es no hacer nada... y hacerlo con estilo.
4. Escucha a tu cuerpo (sí, ese susurro interno que solemos ignorar)
Si sientes que necesitas más descanso, dáselo. Si notas un poco de dolor en algunas zonas, es normal (especialmente tras masajes descontracturantes o deportivos). Un baño tibio o una compresa caliente puede ayudarte a aliviar la tensión residual.
5. Aliméntate con intención
Come ligero, saludable y con conciencia. Frutas, verduras, sopas suaves o smoothies pueden ser tus mejores aliados. Evita comidas pesadas que sobrecarguen el sistema digestivo cuando el cuerpo está en modo reparación.
6. Respira profundo y prolonga el estado zen
Después del masaje, tu sistema nervioso está en “modo parasimpático”, lo que en español zen significa: estás más cerca del nirvana que de la oficina. Aprovecha ese estado para meditar, caminar lentamente o simplemente no hacer nada. En serio, tu cuerpo te lo va a agradecer.
En resumen: el masaje es solo el comienzo. El verdadero arte está en cómo extiendes sus beneficios. Trata tu cuerpo como si fuera un templo… uno al que acabas de hacerle una limpieza profunda. Cuídalo, escúchalo y respétalo.
¿Y tú? ¿Ya sabes cuándo será tu próxima sesión?
á tu próxima sesión?
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